25.12.13

Lo importante es saber volar solo.

Hay cosas que uno no puede hacer solo: discutir, subirse y sujetar una escalera a la vez o doblar una sábana de esas de matrimonio. Yo toda mi vida he pensado que lo ideal era vivir en pareja (por muy extraña que fuera la pareja). De hecho hay parejas que acaban convirtiéndose en trío, parejas que acaban quedándose sin pareja porque no se puede evitarel miedo a no estar a la altura. Hay parejas que son imposibles por definición, por historia, y por física, aunque no por química. O parejas en las que la química se ha ido gastando aunque sigan compartiendo una familia. Familias donde en algún momento hubo una pareja, parejas que fueron en algún momento y ya no son nada. Y eso es lo que más miedo da en la vida…

Cuando la pareja se rompe, sea por lo que sea, la primera sensación que se tiene es de pánico. Un miedo atroz al cambio. A la pérdida de control sobre nuestras vidasUn miedo atroz a estar solo. Y cuando se llega a esa soledad, uno se da cuenta de que la ruptura puede llevar a un lugar mejor. Hoy es el primer día del resto de mi vida, porque desde hoy creo que lo más importante en esta vida, es saber volar solo.




(Y ya que estamos: Felices fiestas lectores míos)

16.12.13

Y tú... sólo eso.

Ahora estoy dividido... una de mis mitades sólo quiere estar contigo, la otra quiere echar a correr. Y en medio estás tú dedicándome esa puta sonrisa. Esa puta sonrisa que define la felicidad, o al menos mi felicidad. Creo que me desnudé antes de tiempo. Hice lo que sentía, pero lo cierto es que debería haber sido más racional. Deberíamos habernos atado las manos...

¿Sabes por qué? porque en el fondo el que va a salir perdiendo soy yo. Cuando esto acabe (porque va a acabar) tú vas a seguir entero, porque no te importo tanto, no me quieres tanto. Sin embargo yo voy a romperme en mil pedazos. Voy a llorar, voy a echarte de menos, voy a morirme de celos cuando otro te haga feliz, voy a desgarrarme con tus canciones favoritas. Voy a romperme. Y tú ni siquiera pensarás en mi. Voy a salir perdiendo. Y tú vas a ganar otro capítulo para la historia de tu vida. Sólo otro capítulo, otra anécdota. Sólo eso. Soy un capítulo, quizás una línea... la más fina, la más débil. Y tú mi vida entera. Sólo eso. El amor de mi vida. Sólo eso.

6.12.13

Te espero aquí.

Me gustaría recordar cuando la primera línea que te escribía no te desnudaba, pero te hablaba de madrugadas de octubre. No sé cómo volví a pensar en esa noche. En los primeros besos buscados a tientas una tarde. El primer hotel, el primer enero que habla de ropa en el suelo y de tu vida y la mía, que se volvieron una sin querer. Un calendario lleno de tardes, de música a oscuras, de ir cuesta abajo por tu tripa a la derecha. Te escribo de películas que duraban diez minutos y de amores que iban a durar para siempre. De besos de despedida en cinco segundos, o de cinco segundos que bastaron para separarnos.

Porque sigo buscando eso de estar escritos el uno para el otro. Sigo buscando al que tenga una carta dedicada al amor de su vida en el cajón de su mesita, pero esta noche no quiera dormir solo. Busco que alguien pase la página y escriba conmigo un principio nuevo... Te espero aquí, cuesta abajo por tu tripa, a la derecha.