25.12.13

Lo importante es saber volar solo.

Hay cosas que uno no puede hacer solo: discutir, subirse y sujetar una escalera a la vez o doblar una sábana de esas de matrimonio. Yo toda mi vida he pensado que lo ideal era vivir en pareja (por muy extraña que fuera la pareja). De hecho hay parejas que acaban convirtiéndose en trío, parejas que acaban quedándose sin pareja porque no se puede evitarel miedo a no estar a la altura. Hay parejas que son imposibles por definición, por historia, y por física, aunque no por química. O parejas en las que la química se ha ido gastando aunque sigan compartiendo una familia. Familias donde en algún momento hubo una pareja, parejas que fueron en algún momento y ya no son nada. Y eso es lo que más miedo da en la vida…

Cuando la pareja se rompe, sea por lo que sea, la primera sensación que se tiene es de pánico. Un miedo atroz al cambio. A la pérdida de control sobre nuestras vidasUn miedo atroz a estar solo. Y cuando se llega a esa soledad, uno se da cuenta de que la ruptura puede llevar a un lugar mejor. Hoy es el primer día del resto de mi vida, porque desde hoy creo que lo más importante en esta vida, es saber volar solo.




(Y ya que estamos: Felices fiestas lectores míos)

16.12.13

Y tú... sólo eso.

Ahora estoy dividido... una de mis mitades sólo quiere estar contigo, la otra quiere echar a correr. Y en medio estás tú dedicándome esa puta sonrisa. Esa puta sonrisa que define la felicidad, o al menos mi felicidad. Creo que me desnudé antes de tiempo. Hice lo que sentía, pero lo cierto es que debería haber sido más racional. Deberíamos habernos atado las manos...

¿Sabes por qué? porque en el fondo el que va a salir perdiendo soy yo. Cuando esto acabe (porque va a acabar) tú vas a seguir entero, porque no te importo tanto, no me quieres tanto. Sin embargo yo voy a romperme en mil pedazos. Voy a llorar, voy a echarte de menos, voy a morirme de celos cuando otro te haga feliz, voy a desgarrarme con tus canciones favoritas. Voy a romperme. Y tú ni siquiera pensarás en mi. Voy a salir perdiendo. Y tú vas a ganar otro capítulo para la historia de tu vida. Sólo otro capítulo, otra anécdota. Sólo eso. Soy un capítulo, quizás una línea... la más fina, la más débil. Y tú mi vida entera. Sólo eso. El amor de mi vida. Sólo eso.

6.12.13

Te espero aquí.

Me gustaría recordar cuando la primera línea que te escribía no te desnudaba, pero te hablaba de madrugadas de octubre. No sé cómo volví a pensar en esa noche. En los primeros besos buscados a tientas una tarde. El primer hotel, el primer enero que habla de ropa en el suelo y de tu vida y la mía, que se volvieron una sin querer. Un calendario lleno de tardes, de música a oscuras, de ir cuesta abajo por tu tripa a la derecha. Te escribo de películas que duraban diez minutos y de amores que iban a durar para siempre. De besos de despedida en cinco segundos, o de cinco segundos que bastaron para separarnos.

Porque sigo buscando eso de estar escritos el uno para el otro. Sigo buscando al que tenga una carta dedicada al amor de su vida en el cajón de su mesita, pero esta noche no quiera dormir solo. Busco que alguien pase la página y escriba conmigo un principio nuevo... Te espero aquí, cuesta abajo por tu tripa, a la derecha.

27.11.13

Puedes llamar a la puerta.

A eso que llaman amor:
Te he dedicado más de un reglón y menos de cien. He escrito cartas que nunca han salido del cajón de mi mesita. A veces, llevaba una copa de más sólo por si te apetecía aparecer. Te he buscado por lugares que ni siquiera existen y he intentado encontrarte por casualidad... Puedes llamar a la puerta, que estoy esperando la historia de un principio lleno de cartas que escribir.

4.11.13

El amor es la única filosofía.

Quizá diga la mayor insensatez del mundo, pero no hay peor cosa que dejar que una historia se evapore sin llegar a ser escrita. Y yo, abanderado de impulsos de corazón, estoy viviendo la mayor insensatez habida y por haber, sentado y sin mover ni uno solo de mis músculos. Me quité del medio, arañándome las entrañas y anulando el éxtasis que me provoca verte, y me quedé con esa extraña sensación de que todo había sido tan engañoso como irreal, y tu mano en mi nuca solo era un triste, resignado y obligado saludo. Frustrado me miro en el espejo y, aún creyéndomelo, repito en alto mi frase ”el amor es la única filosofía”. Y aquí estoy yo, sin amor y con un débil presente, poniendo orden a mi gran caos particular y enumerando todos los vacíos que quizá nunca se lleguen a llenar.

28.10.13

¿Dónde puedo encargar a alguien como tú?

Antes de que digas nada y rechaces todo esto de pleno, dime al menos dónde puedo encargar a alguien como tú, igualito a ti. Aunque sea una copia barata, no me importa, lo daré por válido. Pero encárgate de que venga con todos tus defectos incluídos en el precio. Pídeles que me plagien tu esencia, y tu estúpida forma de reírte de mí. Que hagan una absoluta fotocopia de la manera que intentas ignorarme, y hacer con que me buscas a un metro por encima de mi cabeza. Lo quiero igual de artista, con la misma iniciativa, no me importa pagar gastos adicionales.

Diles que no escatimen en tus detalles, y que le jodan al copyright pero quiero calcadas todas tus palabras. Que no le cambien tu ideología, que siga sabiendo lo que quiere y hasta qué punto. Que le falten horas a sus días y que venga a robármelas a mí después, aunque sea de madrugada. Pídeles que encuentren la fórmula que tienes para que me sea imposible pensar que hay algo más entre tú, yo y nuestra circunstancia. Aprovecha la oferta y exige que me lo envíen sin gastos de envío, con solo ganas de mí. Y si no es posible eso, pide al menos la garantía y asegura mi corazón a todo riesgo, porque últimamente está hecho mierda y no quiere ver a nadie más que no seas tú.

22.10.13

Te quiero en perpendicular.

Me dices que te cuesta confiar en mí y me cuentas todos tus miedos. Me susurras al oído que quieres tenerme toda la vida a tu lado, que no quieres Cola Cao, que prefieres besos todas las mañanas. Que me quieres en horizontal y en vertical, que me quede siempre. Que te escondes en todas las bocas, intentando que las bese para recordarme que solo existe una. Que vuelva, que vuelva siempre. Que vuelva...

¿Es tan complicado? Si con tus miedos yo me he hecho una camisa y me encargo de que te mueras por quitármela todas las noches. Si en mi lista de la compra ahora no hay más que condones y amor, ni rastro del Cola Cao. Que yo te quiero en perpendicular, así hagamos lo que hagamos siempre habrá un punto donde encontrarnos. Que para volver, primero tienes que irte, y yo no me voy a ir porque estoy bien aquí, aprendiendo contigo que para alunizar no hace falta ir a la luna.

13.10.13

¿Qué ha sido de mi?

Quizás os haya pasado en alguna ocasión. Quizás alguna vez caminando por la calle os pareció ver entre el tumulto de la gente a una persona a la que quisistéis hace mucho tiempo. Apenas fue un instante, un breve destello de luz, pero lo suficiente como para dejar una quemadura en la retina y en el alma. Lo suficiente como para dejarte paralizado en mitad de la acera, sintiéndote a contracorriente de todo. Sin saber muy bien qué hacer o qué decir...

Se le llena a uno la cabeza de recuerdos. Y el caso es que no estás seguro de que se trate de esa persona porque primero fue, como digo, un breve instante y en segundo lugar, porque hace tanto tiempo desde la última vez que os visteis, que todos hemos cambiado en este tiempo. Y tú también aunque, a veces, te niegues a reconocerlo. Y está bien que así sea.

El caso es que entonces uno se queda dudando en mitad de la acera, pensando si no será que uno confunde la realidad con el deseo. Quiero decir que quizá sí se trate de esa persona, pero a lo mejor no. A lo mejor uno lo desea tanto que la inventa entre la gente. Desapareciendo y apareciendo. Apareciendo y desapareciendo. Y no digo que quedara algo urgente por decir, algo pendiente, quizás no sea eso. Quizás sea un deseo inconsciente. Y uno sólo quiere encontrarse con él para decirle cualquier tontería. Quizás para recuperar un retazo de aquellos tiempos en los que éramos eternos y vulnerables. Quizás sólo para decir, ¿qué ha sido de ti en todo este tiempo?, ¿qué fue de nosotros?, ¿qué ha sido de mí...?

29.9.13

Él sonríe y...

Él sonríe y de repente todos los años de evolución, toda la selección natural, Darwin, Lamarck, los experimentos con guisantes, el Paleolítico, el Neolítico, la rueda, el fuego, la noche, el día, la caza, la pesca, la luz, Edison, la bombilla, el telégrafo, el teléfono, la paz, las guerras, las armas, las banderas blancas, la ropa, vestirse, desvestirse, desnudarse, la química, la física, Einstein, Picasso, la pintura, la escultura, la escritura, Hemingway, el mar, París, Cortázar, La Maga, la magia, los trucos, las trampas, ganar, perder, abandonar, jugar, participar, Zidane, el fútbol, Chamberlain, la pelota, el aro, la cancha, el césped, la marihuana, las drogas, las medicinas, los venenos, los libros, los bolígrafos, los pinceles, los lienzos, los silencios, los gritos, los susurros, las inspiraciones, las expiraciones, sístoles y diástoles, glóbulos y leucocitos, hígados y riñones, piernas y brazos, abrazos y patadas, puñetazos y caricias, Alicia y el país de las maravillas, correr detrás del conejo blanco, las dudas, las certezas, el chocolate, la nata, la vainilla, ir al cine, ir al teatro, actuar, besar, lamer, llorar, reír, morir, vivir, la muerte, la vida…todo tiene sentido.

22.9.13

Quiéreme un ratito.

Hicimos el amor muchas nochesY muchas mañanas. Y muchas tardes. Teníamos tanta magia que parecía gastarse en un revolcón. Lo nuestro fue INTEMPORAL. Tuvimos segundas partes. E incluso terceras. Tuvimos de todo mientras éramos uno. Pero ya no hacíamos el amor. Ya no nos queríamos. Hubiera matado monstruos por ti, como dice la canción. Me hubiera muerto yo por un beso tuyo hace mucho tiempo. Pero el tiempo pasa. Y con él, la distancia. Y te veo. Te abrazo. Pero no me sale besarte. Y ahora no sé en lo que me habré convertido, qué dices que soy... pero me va el juego. Lo que menos se parezca al amor. Me va lo de quiéreme un ratito, y si eso después me voy.

15.9.13

Nos hicieron creer que.

Nos hicieron creer que el "gran amor" sólo sucede una vez, generalmente antes de los 30 años; no nos contaron que el amor no es accionado ni llega en un momento determinado. Nos hicieron creer que cada uno de nosotros es la mitad de una naranja y que la vida sólo tiene sentido cuando encontramos la otra mitad; no nos contaron que ya nacemos enteros, que nadie en nuestra vida merece cargar en las espaldas la responsabilidad de completarlo que nos falta.

Las personas crecen a través de la gente, si estamos en buena compañía es más agradable, nos hicieron creer en una fórmula llamada "dos en uno": dos personas pensando igual, actuando igual... ¡que era eso lo que funcionaba! No nos contaron que eso tiene un nombre: anulación. Que sólo siendo individuos con personalidad propia podremos tener una relación saludable. Nos hicieron creer que el casamiento es obligatorio y que los deseos fuera de término deben ser reprimidos. Nos hicieron creer que los guapos y delgados son más queridos. Nos hicieron creer que sólo hay una fórmula para ser feliz, la misma para todos, y los que escapan de ella están condenados a la marginalidad; no nos contaron que estas fórmulas son equivocadas, frustran a las personas, son alienantes, y que podemos intentar otras alternativas.

Ah, tampoco nos dijeron que nadie nos iba a decir todo esto, cada uno lo va a tener que descubrir solito y, entonces, cuando estés "enamorado de ti mismo"podrás ser feliz y te enamorarás de alguien. Vivimos en un mundo donde nos escondemos para hacer el amor aunque la violencia se practica a plena luz del día...

12.9.13

Decir adiós queriendo decir hola.

Decir adiós queriendo decir hola. Ver los "no" positivamente. Saber que un te quiero guarda mil significados. Pensar que un hasta siempre puede ser un hasta luego. Darse cuenta de que todos los secretos se acaban convirtiendo en promesa. Un brindis por esas personas que dicen 'no te voy a olvidar' y al mes siguiente, ya eres historia.

6.9.13

Porque...

Porque no siempre cuando estoy feliz, río. Ni cuando estoy triste, lloro. Porque puedo llorar de la risa, y reír de dolor. No soy de los que ven las cosas blanco o negro, si no que me fijo en la inmensa escala de grises que hay por medio. Porque no me considero diferente, ni igual a los demás. Porque siento las cosas a mi manera. Porque cada sentimiento significa mucho más que "algo" para mí. Porque me gusta pensar que existe alguien que piensa en mí en este preciso momento. Porque no soy de los que se entretienen mucho con el papel de regalo, si no que se mueren por ver lo que hay dentro. Porque soy de los que pasan totalmente de los manuales de instrucciones. Porque me equivoco tantas veces como decisiones tomo. Porque cuando quiero, quiero, y cuando no quiero, no quiero y punto. Porque me gusta imaginar que lo que busco no existe, pero sí esa persona que lo invente por y para mí. Porque mi mayor ambición es un corazón que sea hiperactivo. Porque no me conformo con un yo, ni un él, sino con un nosotros. Porque sí, porque sé perfectamente cuando hay que plantarle cara a un problema para ir hacia adelante, y eso, justo eso, es lo importante para seguir.

2.9.13

He vivido, estoy viviendo y seguiré haciéndolo.

Me he decepcionado con personas que nunca me había pensado decepcionar, pero también he decepcionado yo a otras, seguro. Me han hecho feliz personas que pensé que en la vida conseguirían algo de mi. He dado abrazos para proteger a alguien del mundo. Me he reído en situaciones en las que no debía y también he llorado en los momentos menos oportunos. He hecho amigos eternos, enemigos, he sido rechazado y también he sido amado; he vivido de amor, he vivido dependiendo de alguien como un completo idiota pero he sido jodidamente feliz, he llorado escuchando muchas canciones y viendo fotos, recordando momentos íntimos, pasando por muchos lugares. Me han hecho sentirme vivo, me he fijado en muchas personas, me he enamorado de algunas sonrisas en una décima de segundo. He vivido, estoy viviendo y seguiré haciéndolo.

20.8.13

Te quise sin querer.

Porque me miento cada día cuando digo que ya no te quiero. Porque aunque ya no me duelas, a veces busco tu nombre en donde sea. Porque aún no vino el olvido para llevarse tus palabras. Por los besos que aún me quedan en la boca, por las miles de palabras que nos dijimosPorque fuimos lo que fuimos, porque fuimos lo que fuimos... porque, puesto a confesarte, aún le tengo miedo a tenerte delante. Porque no sabes la de noches que pensé en presentarme en tu portal, todavía recuerdo donde vives... Porque en cuanto me descuido me atropella algún recuerdo en el pasillo. Porque no puedo negarte que te quise sin querer,y más que a nadie.

18.8.13

Rotos por dentro.

En el fondo, a todos nos gusta pensar que somos fuertes. Que vamos a poder con todo lo que nos venga encima, que pudimos con lo de ayer y que podremos también con lo de mañana. Pero más en el fondo, todos sabemos que eso no es verdad. Porque ser fuerte no consiste en ponerse una armadura antirrobo, ni en esconderse detrás de un disfraz; ser fuerte consiste en asimilarlo. En asimilar el dolor y en digerirlo, y eso no se consigue de un día para otro, se consigue con el tiempo. Pero como por naturaleza solemos ser impacientes y no nos gusta esperar, escogemos el camino cortoEscogemos el camino de disfrazarnos de algo que no somos y disimular. Sobretodo DISIMULAR... Sí, a todos nos gusta disimular los golpes, sonreír delante del espejo y salir a la calle pisando fuerte, para que nadie note que en realidad, lo que nos pasa de verdad, es que estamos rotos por dentroTan rotos que ocupamos nuestro tiempo con cualquier estupidez con tal de no pensar en ello, porque el simple hecho de pensarlo hace que duela...

Pero a veces, bueno… a veces tienes que darte a ti mismo permiso para no ser fuerte, bajar la guardia y darte una tregua. Está bien bajar la guardia de vez en cuando. No queremos hacerlo porque eso supone tener un día tristeuno de esos viernes que saben a domingo, un día de esos que duelen, de recordar y echar de menos. A los que ya no están, y a los que están, pero lejos. Sin embargo, hay momentos que es lo mejor que puedes hacer: darte una tregua. Poner tu lista de reproducción favorita, tumbarte en la cama, y llorar. Llorar todo lo que haga falta. Eso no nos hace menos fuertes; eso es lo que nos hace humanos.

5.8.13

Puede que me equivoque muchas veces.

Sí, puede que no sea la persona más fuerte, ni la más valiente o la más decidida. Puede que me equivoque muchas veces (demasiadas quizás...). Puede que me de cuenta de lo que quiero cuando ya no lo tengo, que mi lista de caprichos sea larguísima, que mis paranoias aumenten día sí y día también. Que los malos momentos sean muchos, aunque los buenos los superen. Puede que complique lo fácil, que facilite lo difícil, y también puede que tropiece cien mil veces con la misma piedra, pero ten por seguro que siempre me voy a levantar. Siempre.

7.7.13

Aparecer y desaparecer.

No puedes hacerme esto: aparecer y desaparecer. Estoy preparado para estar sin ti de forma permanente, soy capaz de hacerme a la idea de tu ausencia y vivir con ello. He llorado hasta que me ha dolido como dientes en el alma. Y ahora, ya me da igual, de verdad que me da igual. Pero lo que no quiero es tenerte un instante, aferrarme a el y que al abrir los ojos, no estés. Y al siguiente instante sigas sin estar,y al siguiente tampoco y al siguiente, tal vez, vuelva a tenerte. No me compensa, tú no me compensas. Si quieres quedarte, quédate, sabes que eres bienvenido; pero si vas a irte, vete ya y hazlo rápido e indoloro. Arráncate de golpe de mí. Y consigue que tu ausencia no me duela más que tu presencia. Quiero un contigo o un sin ti, pero no lo que hay en medio.

Que nuestras manos no encajen.

No quiero regalos. Me inventaré una alergia al chocolate, las flores y la gente arrodillada si es necesario, no quiero cajitas, arroz cayéndonos encima ni historias de naranjas mal cortadas. No quiero cepillos azules en mi baño, ni violines, ni París ni Venecia, ni conocer tu ciudad ni a tus padres, no creo en castillos ni en princesas que necesiten besos para despertar, no quiero blandeces, no te adaptes a mí ni te erosiones con los choques, ni te enfades por la distancia de seguridad que querré de vez en cuando. Que nuestras manos no encajen, que mi hombro no te sea cómodo, que odies cómo bailo, que odies cómo escribo, que te rías de cómo hago todo. No quiero saber el nombre de tus futuros hijos, ni que lleven mis apellidos y su padre lleve mi nombre.

No quiero exclusividades, quiero alquiler con opción a compra nunca llevada a cabo, no quiero escribirte solo a ti, no quiero amores con complejo de jaula con los posesivos y el verbo tener como barrotes. No quiero obviedades, ni golpes de estado de ánimo algún 14F, que entiendas que nuestra relación si algún día es, será a tres, que no pienso abandonar a Soledad por ti, ni bailar Joy Division agarrados, ni acordarme de ti escuchando algún grupo romántico de los ochenta. Pero que tengas claro que si hay algo que quiero es a ti y a este puto miedo a tu potencial de cambiar todo lo antes dicho.

26.6.13

Ya no tengo ganas de nadie.

Ya no tengo ganas de nadie.
Ésta debe ser otra fase como lo de enamorarse. Ya he pasado la de cometer errores, la de intentar corregirlos, la de llorar, y ahora debo estar en la que asimilo todo y me canso. Me canso de ti y de todos.

No encuentro las ganas de dar explicaciones. Aunque tampoco quiero. Claro que querer... ya no sé lo que quiero. Ya no sé qué tipo de aire respiro. He perdido mis calzoncillos favoritos y no recuerdo cuales eran. Y lo peor es que no tengo un plan. Yo siempre guardo ases debajo de la manga por si algo se estropea tener un parche y arreglarlo. Habrá sido la lluvia o yo que sé, pero ya no me quedan parches. Ni parches, ni libido cuando me pienso contigo.

Ahora sólo me pregunto qué pasará luego. Qué número saldrá en el dado y cuándo saltaré a la otra fase. No es que me muera de ganas, a lo mejor la siguiente es peor. Pero mientras más avance, antes terminará todo estoEs la única esperanza que me queda. Saber que no es para siempre. Que cuando llegue al último nivel y lo pase, si aguanto, la pantalla se apagará como en los juegos nuevos que anuncian por la caja tonta y podré tumbarme en el sofá sin derramar ni una maldita lágrima, sin sentir que me estoy pudriendosin tener que silenciar el teléfono ignorando a todos esos que llaman y no son tú.

17.6.13

El amor es una mierda, pero me gusta.

Sí, es algo que nunca comprenderé. Es un sentimiento extraño, algo que se te mete en el estomago y te rompe los esquemas morales. Es capaz de poner patas arriba todo tu mundo en un instante con solo una mirada y eres capaz de mandar a la mierda tus principios, es algo que te quita las palabras y te hace parecer estúpido. Algo que mantiene tu mente ocupada 24 horas al día. Podría dar mil quinientas cincuenta y cinco definiciones de lo que es esto, esa especie de "algo", que es de verdad, que te hace sonreír cuando te hablan como si fuera lo más gracioso del mundo y decir '¿de quién?' irónicamente a la pregunta ' Te veo diferente ¿te has enamorado?'. De obsesionarte con las llamadas perdidas, la voz, los mensajes y las despedidas aun más largas. De creer que su olor ha de formar parte de cualquier molécula de oxigeno que inspires, que sus pupilas y sus iris van a acabar de trastornarte. Sí, reconozco que el amor es una mierda, pero me gusta que al menos, sea contigo.

10.6.13

Querer y necesitar.

Me he cansado. Me he cansado de llorar, cuando realmente quiero gritar. Me he cansado de hacer malabares para encontrar en qué punto del camino hice yo algo mal, cuando la culpa es de otra persona. Estoy hasta los cojones de lanzar puñetazos y hacerlos volverse contra mi pecho. También me he cansado de tener que aparentar que una situación es normal, que nada ha pasadoFingir que nada tiene tanta importancia, que no me afecta y a nadie afecta, que es común.

Me he cansado de intentar hacerme creer que no necesito cosas. Que no lo necesito, sino que lo quiero. NO. Hay cosas que se QUIEREN y hay cosas que se NECESITAN. Hace varios años, llenaba hojas de cuadernos llorando que me faltaba algo, que necesitaba algo y no sabía qué. Cuando me cansé de lloriquear, decidí que ya no quería necesitar cosas nunca más. Ahora comprendo que esas cosas no se deciden y que todos –sí, todos- tenemos necesidades. Y sólo quienes lo admiten y se preocupan por atenderlas y satisfacerlas, viven felices.

5.6.13

Dos equivocados no suman un acierto.

Si pudieses comprender todo, sería más fácil para mí arrepentirme. Si pudieses ver todas nuestras posibilidades, no estaríamos aun en este punto muerto en el que empezamos. No me dejes ir solo por esto. Puede que sea un idiota pero puede que tú tambiénDos equivocados no suman un acierto, pero no me importa porque puede que seamos todo lo que necesitamos.

Tú puedes decir que esto es un gran error, pero yo creo que merece la pena hacerlo, merece la pena repetir. Te diría que las cosas buenas les llegan a aquellos que esperan. Te diría cualquier cosa si tú me creyeses. Tal vez no seamos el uno para el otro o, tal vezsomos más de lo que estamos dispuestos a ver.

4.5.13

Infinitas veces.

Cuando estás completamente solo, y te acuerdas de esa persona por infinita vez al día y recuerdas los momentos que habéis compartidos, todos y cada uno de ellos, algunos buenos y otros malos, pero todos especiales a su manera. Y que todo haya acabado así sin más, y que serías capaz de dar tu vida solo por estar con él, la persona que supo hacerte sentir lo que no sentiste con nadie y que ahora parece haberse olvidado de todo lo vivido, de todos los te quiero, de cada mensaje, de cada mirada...

28.4.13

Es como tropezar y levantarte.

Hay noches en que la tristeza y la soledad le invaden. En esas noches suele preguntarse a donde van los corazones solitarios que aman y sufren en silencio como el suyo; aquellos que no pueden evitar sentirse cobardes al no poder expresar lo que sienten y no comparten sus sueños por miedo a que alguien acabe con ellos en un abrir y cerrar de ojos…Sueños que espera cumplir algún día, cuando pueda librarse al fin de esa absurda cobardía y rompa las reglas.
Su corazón se siente solitario porque él tiene miedo. Miedo a compartir sus emociones con alguien y ése alguien rompa su corazón en millones de pedazos. Aunque en la vida te rompen el corazón mas de una vez y tienes que pegar cada uno de sus pequeños pedazos una y otra vez. Es como tropezar, levantarte, tropezar y nuevamente levantarte... y eso también es parte del encanto de vivir.

21.4.13

"Fueron felices y comieron perdices".

Hace un par de años leí una entrevista en la que hablaban de que gran parte de los problemas de las parejas residen en los ideales que se tienen. Se refería a los ideales del amor que esta sociedad va clavando en nuestro subconsciente desde que nacemos. Los mensajes del tipo "fueron felices y comieron perdices"el ansiado príncipe azul y los cuentos infantiles sobre el amor eterno (que puede serlo pero no es usual) han hecho mucho daño, porque poco o nada tiene que ver con la realidad del amor. Vivir en el idealismo supone una dictadura horrible para nuestras parejas, cuando les exigimos que cumplan constantemente con nuestros inalcanzables ideales y posteriormente les culpamos de nuestras decepciones, aunque la decepción real sea con las expectativas que uno tiene. Preferimos un amor asistencial, que nos llene de atenciones, a tratar de construir mano a mano un lugar que compartir. ¿No es triste?

18.4.13

Ese no se que.

Es algo que los dos sabemos que está ahí, que no es nada del otro mundo pero es imposible dejarlo atrás. Es algo que ninguno nos atrevemos a decir, algo que nadie sabe.. pero nosotros lo sentimos aquí dentro tan fuerte, que duele. Es esa sensación de tener que saber qué está haciendo las 24 horas del día, es estar todo el día pensando que pasaría si él estuviera aquí contigo o de alguna forma pudiera verte.. ¿qué pensaría de ti? intentas actuar como sabes que a él le gustaría pero después piensas.. "no se puede actuar de una forma más tonta, Joshua". Es mirar tu móvil cada dos por tres a ver si te ha mandado cualquier mensaje tonto, o entrar en internet nada más llegar a casa para ver sus fotos una y otra vez, hasta que te las sabes de memoria. Es pensar que todas esas cosas bonitas que él dice estan dedicadas a ti.. porque tu sabes que es así. Es darle vueltas a el que dirían por un lado, y por otro es el mandar a tomar por culo a todo el mundo y centrarte en lo realmente importante, en él. Es estar empezando a sentir algo, ese no se que. . . que no tiene nombre, pero aún así; es lo más bonito del mundo.

14.4.13

Estábamos hechos para querernos una tarde.

Tú y yo nos conocimos porque estábamos hechos para querernos una tarde. Porque tu brazo encajaba perfectamente en mi hombro. Porque nuestros pasos quedaban muy bien en el invierno de Barcelona. Y lo más normal era que un día te encontrara y me obsesionara por ti. Por eso nunca me faltaron sueños, ni ilusión. Alguna vez pensé en rendirme, pero cuando llegaba uno de esos días, me hablabas de películas y besos. Y entonces volvía a llover en algún concierto. O me hacía el duro en algún sofá. Pero sabía que tú y yo estábamos hechos para rozarnos, como solíamos planear. Y aunque me cueste convencerte, y aunque besemos otras bocas mientras te decides, seguirán pasando los días con ganas de verte por alguna calle perdida. Y darte dos besos, y preguntarte qué tal te va. Y preguntarme si piensas tanto en mí como yo pienso en ti.

9.4.13

Quedas advertido.

¿Me puedes explicar qué cojones me has hecho? Hasta hace un mes era la persona más triste del mundo y ahora, ahora estoy todo el día con la sonrisa en la cara. ¿Cómo lo has hecho? ¿Han sido tus besos? ¿tus labios? ¿tu risa? ¿O la forma en la que me miras, me tocas y me hablas? Alomejor han sido tus comentarios indecentes, tu forma de decir las cosas, la chulería que tienes encima, tus mensajes, la forma en la que me tomas el pelo y luego te ríes por mi inocencia, tu apariencia de chico malo que me vuelve loco o tu mano entrelazada con la mía... No sé. Lo único que sé es que te tengo unas ganas infinitas, y tengo pensando desgastarte la próxima vez que estemos frente a frente. Quedas advertido.

5.4.13

Ay, amor.

Hoy os contaré una historia.
Yo una vez me enamoré. Me enamoré tanto que las canciones de amor se quedaban cortas. Me enamoré tanto, que no existía fuerza en el mundo que pudiera hacer que cambiara de opinión. Todo el mundo se enamora alguna vez. Y yo, yo me enamoré de ti. Me enamoré de tus detalles, me enamoré de tu sonrisa. Me enamoré del mes de Octubre, me enamoré de nuestras noches infinitasDe tu magia. De tu ternuraMe enamoré de tantas y tantas cosas que nunca lograré recordarlas todas. Me enamoré de tus manos, de tus besos. De nuestros viajes en coche. 


Pero debemos aprender que el amor, como todo, se agota. Algunos dicen que el amor es eterno, y yo no dudaría en decirte ahora mismo "te quiero". Porque te quiero. Pero los besos ya no fueron iguales desde que te fuiste la primera vez. Y me enamoré de los pros y de los contras. Me enamoré de todo. Hasta que al final, me dolió tanto que nunca más volvería a enamorarme.


La vida dio como mil vueltas. Y ahora desde aquí, recuerdo la parte bonita de nuestro amor,que el mundo ya tiene muchas cosas feas como para recordar también la parte mala de la historia. En la que me vuelvo egoísta. En la que tú me olvidas primero. Luego yo te quiero. Luego yo te olvido y tú me quieres. Luego ya no siento tus besos y vuelvo a planear mi mundo quitando la palabra amor. Ay amor, cuánto te quise. Cuánto nos quisimos. Pero la vida cambia y te sorprende, como dicen muchos.

Y ahora busco amor por los bares, aunque no lo pueda llamar amor. Lo busco y no lo encuentro. Pero no quiero amorPorque amor, ya tuve de sobra. Y os cuento esta historia porque enamorarse es muy bonito. Y yo lo hice. Y ahora tengo una vida casi nueva. Pero mi historia está aquí conmigo, aunque ya haya sido escrita y pueda escribir miles de historias nuevas. Pero hay cuentos que nunca se olvidan. Y este, es uno de ellos.